domingo, 9 de junio de 2013

Para evitar las deformidades craneales en los bebés

Las deformidades craneales se suelen iniciar en el primer trimestre de vida, cuando el bebé aún no ha adquirido el control de la cabeza y permanece colocado continuamente en la misma posición, sin medidas preventivas. A partir del tercer o cuarto mes, el bebé inicia el control de la cabeza, y luego del tronco, con lo que puede cambiar de posición por sí mismo y evitar la presión continuada sobre su cabeza.



El Dr. Santiago García-Tornel, médico pediatra del Hospital Sant Joan de Déu, nos explica  qué hacer para evitarlas.

Nos recuerda que los portabebés pueden ser una buena opción. Para ello el niño deberá colocarse,  "encarado al portador, para que la curvatura vertebral no se vea sometida a posiciones poco anatómicas, y con las rodillas ligeramente más elevadas que la zona glútea, de manera que esté sentado y no colgado, recayendo la máxima presión sobre la zona genital. En esta posición sus piernas quedarán en «libro abierto», postura idónea para la prevención y tratamiento de la displasia de cadera"

Es decir, la espalda en forma de C SIEMPRE hacia el porteador, y no de cara al exterior, y las piernas en ranita o M, con las rodillas más altas que los tobillos y los glúteos.

Podéis encontrar aquí el artículo completo.

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