lunes, 21 de febrero de 2011

Portear a los bebés

Esta entrada la ha escrito Concha (Amamadoula), y quiere compartirla con nosotros:



Portear a los bebés, a los niños, sin duda es algo beneficioso y cada persona ha de valorar cual es el mejor portabebés arreglo a sus necesidades, incluso a su situación física.  Creo que es importante también, acudir a talleres y espacios dónde se imparta una información veraz y cualificada. Por el bien de los bebés y por el de los adultos porteadores.  Allí nos informarán de todas las ventajas, las formas, y los modelos de portabebés.  Y de los inconvenientes, si los hubiera en situaciones concretas.
Desde el más remoto de los tiempos, las mujeres han llevado a sus retoños encima de ellas.  A esta forma de llevar a los hijos ahora se le llama PORTEO.  Pero es una tradición ancestral que  las mujeres de las cavernas ya realizaban.
A través del tiempo, cada cultura, cada civilización, ha adaptado según sus necesidades, su climatología y sus costumbres, la forma de llevar a sus niños al brazo, por lo que ha sido parte de su forma de vivir.
Mediante el porteo se ha permitido que las madres tuvieran sus manos libres para proseguir con su actividad, fuere la que fuere. Al mismo tiempo, el bebé, el niño ha podido ser alimentado al pecho de su madre sin que ella haya interrumpido sus actividades habituales.
Porque hemos de recordar que un bebé recién nacido, sólo tiene como referencia en su recién estrenada vida exterior, a su madre.  Porque es con ella con quien ha pasado casi diez lunas, es su corazón el que le ha servido de compañía, ha sido el calor de su cuerpo e incluso su olor lo que le ha acompañado durante todo este tiempo.  Y todo esto, lo que le ha dado la fuerza para nacer.  Por tanto, considero bárbaro dejar a un bebé apartado de su madre, en una cuna, solo y sin sus puntos de referencia a los que ha estado unido y es lo único que conoce.
Así, el portear a un bebé es lo que puede volver a ponerle en contacto con lo que va a cubrir sus necesidades básicas durante un tiempo: el calor, el alimento, el cariño… todo lo que su madre o su padre le brindan ininterrumpidamente al ser porteado.
Todo son ventajas a la hora de portear.  El bebé está mucho más tranquilo, se duerme cuando tiene sueño arropadito y seguro.  Demanda alimento que siempre tiene a mano y que es satisfecho al instante.  Los cólicos del lactante se mitigan considerablemente por la posición.  Se siente mecido por los movimientos suaves del portabebés. Pero la madre, o el padre, al portear sienten también esa especial conexión que se siente a través del hijo. Porque puede abrazarlo y besarlo de continuo sin que el niño sea molestado, porque siente la ternura que despierta un niño al ser abrazado… porque un bebé tranquilo, transmite una sensación de paz única.
Y es que los bebés porteados son mucho más tranquilos, duermen más y mejor, son bebés seguros.  Algo necesario para su posterior desarrollo durante la infancia y la edad adulta.
Desde hace unos años, y con el resurgir de una crianza más acorde a los dictados de la naturaleza, los portabebés han encontrado su espacio.  Así, se han comenzado a fabricar según los materiales  propios de cada cultura, con  las materias primas que más a mano se tiene.
Y creo que es importante que se entre en el mundo del porte teniendo en cuenta unos conocimientos mínimos, siempre de la mano de una persona experta.
Y a título personal, diría que portear es una opción que está muy bien si se puede hacer, pero que si por cualquier circunstancia no es factible, lo que los bebés y los niños necesitan, que es el calor, la presencia, los mimos… en definitiva el amor de sus padres, también lo perciben sin ser porteados siempre que los padres actúen desde su corazón y con consciencia.
No vale sentirse mal por algo que no podemos hacer. Aceptar la situación personal es lo primero para poder transmitir con el ejemplo lo que nuestros hijos necesitan.
                                                                                 
Con Amor.
                                                                                      Amamadoula.


Concha tiene 58 años. Es madre de 3 hijos, y abuela porteadora de 3 nietos. 
Doula por formación y vocación, presta sus servicios en el área de Valencia y provincia. 
Si te interesa, puedes contactar con ella en amamadoula@gmail.com.
El Blog de Amamadoula 

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